A través de los tiempos y con la evolución de las sociedades, las maneras de comunicar han adoptado nuevas formas o modelos de interacción entre los elementos que conforman el proceso comunicativo, pues la influencia de diversos factores tales como las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), la globalización, el cambio de mentalidad en las personas de los últimos siglos, entre otros, han logrado penetrar esos modelos ya establecidos para generar cada vez cambios más notorios en la forma como la sociedad se nutre de información y conocimiento gracias al proceso flexible y multiviario denominado COMUNICACIÓN.
La pluralidad de pensamientos y su divulgación ha sido otro de los factores por los cuales la comunicación ha experimentado grandes cambios, convirtiéndose en una actividad de retroalimentación y perceptores infinitos, que puede transformarse y ser transmitida con eficiencia.
Los abordajes y tesis planteados por muchos de los teóricos de la comunicación han sido de gran utilidad para la conceptualización del verdadero significado de lo que fue, es y seguirá siendo la educación, los patrones comunicativos y las tecnologías de entretenimiento, información y educación.
La actual revolución mediática se ha encargado de cambiar o dar otros matices a las formas de ver el mundo debido a la fuerte influencia que ejerce sobre los individuos y sociedades.
Hoy por hoy el control del mundo lo tiene la tecnología con los novedosos sistemas que ofrece y a los que puede dársele cantidad de utilidades, pero que de una u otra forma cumplen la función de comunicar. Por otra parte, no se debe olvidar que la comunicación también “ha sido victima de la metamorfosis social”, anteriormente las ideas eran rudimentos sin conceptualización, lo cual no llevaba a obtener una adecuada y completa información, y a lo que también se sumaba la falta de elementos o herramientas para que hubiese una comunicación efectiva. Ahora, gracias a los cambios experimentados, a través de la comunicación, se comprenden gran cantidad de mensajes que contribuyen y/o llevan a organizar un trabajo colectivo y coherente con cargos cada vez más definidos, que le sirven al individuo para manejar con orden sus ideas, pudiendo así enseñarlas o darlas a conocer de forma oral, escrita y gestual.